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lunes, 27 de septiembre de 2010

The Swan Princess

Bien, ahí lo tenéis, amor eterno...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Demasiadas cosas pasan en tu vida, demasiados cambios, demasiadas emociones en tan solo dos meses y medio de vacaciones.

A veces consigues escapar, consigues tumbarte de noche en la arena mirar las estrellas y evadirte de esas sensaciones de adolescente, de esos cambios hormonales que tienes tan a flor de piel.

De eso puedes huir, pero de las cosas serias no, e incluso ahí, tumbada en la arena contemplando el cielo no puedes dejar de pensar en ti, en tu vida: ¿Qué estas haciendo? ¿Que clase de persona eres? ¿Eres tan mala como aparentas o tienes algo bueno en el interior que por algún extraño motivo nunca muestras a los demás? y lloras, lloras por ti, lloras por el daño que has causado, que causas y que probablemente seguirás causando, lloras por el mal que te han causado, por lo injusta que es la vida a veces...

Y entonces esa playa ya no es un lugar de evasión, ahora es una cárcel donde la vida te castiga, aislándote, para pensar, recapacitar, recordar, sin nadie que te apoye y descubres que estas sola, a la hora de la verdad, siempre estarás sola, y sientes como algo desgarra tu alma y gritas entre lágrimas sin poder contener más ese dolor que lleva días apagando el brillo de tu mirada, y chillas y lloras e imploras al cielo en el que nunca creiste y haces preguntas de las que nadie tiene respuestas: ¿POR QUÉ, POR QUÉ?

Todas las pequeñas grandes tragedias que se han ido sucediendo a lo largo de tu vida, se juntan para estallar todas en una solitaria noche de lágrimas, tal vez el destino pensase que ese era el lugar más adecuado para derramar tanta agua salada...

Y cuando ya no te quedan más lágrimas te das cuenta de que si, es duro,si, estas sola, pero estarás bien, tienes que estarlo, eres fuerte, vas a seguir adelante, vas a mejorar...

Cuando estés sola, cuando no haya nadie para darte un abrazo, cuando se te desgarre el alma, tienes que sacar fuerzas de lugares recónditos y ponerte tu misma una tirita para poder decir: Estaré bien.